Fibras Elásticas: Los Resortes del Cuerpo
Las fibras elásticas son increíbles - se pueden estirar hasta 150% de su longitud original y regresan perfectamente a su tamaño normal cuando dejas de aplicar fuerza. Al estado fresco son amarillentas, por eso también se llaman "fibras amarillas".
Son súper resistentes: aguantan álcalis, ácidos débiles, digestión con tripsina y no se disuelven ni hirviendo. Con H-E se ven rosa pálido y muy refringentes, pero para verlas bien necesitas coloraciones especiales como orceína (marrón rojizo), fucsina resorcina (azul oscuro), o hematoxilina de Verhoeff (negro).
Al microscopio fotónico se ven sinuosas con extremos curvos y pueden ramificarse. Miden entre 1.5-3.5 μm de diámetro, siendo más gruesas en ligamentos elásticos.
Estructura molecular: Al microscopio electrónico están hechas de una matriz amorfa de elastina (proteína casi insoluble) embebida en microfibrillas de fibrilina de 11 nm de grosor.
La elastina debe su elasticidad a dos péptidos especiales: desmosina e isodesmosina que forman enlaces cruzados entre las moléculas, permitiendo que se estiren y contraigan como resortes.
Las fibras elásticas son fabricadas por fibroblastos en tejido conjuntivo, pero en arterias las producen las células musculares lisas. En las arterias se organizan en láminas concéntricas fenestradas que les dan elasticidad a estos vasos.
Esta elasticidad es crucial para que las arterias puedan expandirse cuando el corazón bombea sangre y contraerse después, manteniendo la presión sanguínea constante.