Aprendizaje Conductista y Observacional
El conductismo revolucionó nuestra comprensión del aprendizaje al enfocarse en conductas observables y medibles. Según esta perspectiva, tus comportamientos son moldeados por las interacciones con tu entorno, no solo por procesos mentales internos.
El condicionamiento clásico, descubierto por Iván Pávlov, explica cómo aprendes a asociar estímulos. En sus famosos experimentos, Pávlov demostró cómo los perros llegaban a salivar al escuchar una campana que habían asociado con comida. Este tipo de aprendizaje explica por qué puedes sentir ansiedad al ver un examen (estímulo condicionado) después de varias experiencias estresantes con evaluaciones.
Por otro lado, el condicionamiento operante, desarrollado por B.F. Skinner, se centra en cómo las consecuencias de tus acciones afectan tu comportamiento futuro. Si estudias mucho y obtienes una excelente calificación (refuerzo positivo), es más probable que estudies con la misma intensidad para el próximo examen. De igual manera, si dejas de estudiar y repruebas (castigo), es menos probable que descuides tus estudios en el futuro.
El aprendizaje observacional, propuesto por Albert Bandura, complementa estas teorías al explicar cómo aprendes simplemente observando a otros. Este proceso implica atención a la conducta del modelo, retención de lo observado, capacidad de reproducción y motivación para imitar. Así es como aprendes habilidades sociales, actitudes y comportamientos sin necesidad de experiencia directa.
¡Aplícalo a tu vida! Puedes usar principios del condicionamiento operante para crear hábitos positivos: establece pequeñas recompensas después de completar sesiones de estudio o tareas difíciles. Esto fortalecerá tu motivación y hará que el comportamiento sea más probable en el futuro.