Física del Ultrasonido
El ultrasonido consiste en ondas longitudinales generadas por cristales piezoeléctricos, con frecuencias superiores a 20,000 ciclos por segundo. En medicina usamos frecuencias de 5-15 MHz, que son 500-1000 veces mayores al sonido audible humano.
La energía acústica se mueve mediante ondas de compresión y rarefacción. Existe una relación inversa importante: menor frecuencia significa mayor penetración pero menor resolución, mientras que mayor frecuencia ofrece menor penetración pero mayor resolución.
La velocidad de propagación en tejidos blandos es de 1,540 m/s, determinada por la resistencia del medio a la compresión, su densidad y rigidez. La reflexión ocurre cuando los haces ultrasónicos rebotan hacia el transductor, creando los "ecos" que forman las imágenes.
Los reflectores especulares son interfases grandes y lisas que reflejan el sonido como un espejo, dependiendo del ángulo. Los reflectores difusos tienen dimensiones menores que la longitud de onda y dispersan el sonido en todas direcciones.
La impedancia acústica determina el grado de reflexión. Dos materiales con la misma impedancia no producen eco, mientras que grandes diferencias en impedancia generan ecos fuertes.
¡Concepto clave! La impedancia acústica es fundamental para entender por qué algunos tejidos se ven brillantes y otros oscuros en ultrasonido.