Fracturas: Tipos y Consecuencias
Una fractura es básicamente cuando se rompe la continuidad del hueso, y créeme, no es algo que quieras experimentar. Puede pasar por un golpe fuerte, una caída o incluso por debilitamiento del hueso.
Existen varios tipos de fracturas que debes conocer. Las fracturas abiertas son cuando el hueso atraviesa la piel (muy graves), mientras que las cerradas mantienen la piel intacta. Según la forma de la ruptura, pueden ser transversas (línea recta), oblicuas (diagonal), espiroidal (en espiral), o más complejas como ala de mariposa, conminuta (múltiples fragmentos) o segmentaria.
Las fracturas también pueden ser impactadas (un fragmento se clava en otro), en tallo verde (típica en niños, como doblar una rama), o de incurvación donde el hueso se dobla sin romperse completamente.
Importante: Si sospechas de una fractura, ¡no muevas la zona afectada y busca ayuda médica inmediatamente!
Las consecuencias de una fractura son bastante obvias pero importantes de recordar: dolor intenso que no se quita, inflamación visible, hematomas por el sangrado interno, y por supuesto, inmovilidad de la zona afectada. Tu cuerpo te está diciendo claramente que algo anda mal.