Clasificación de los Huesos por Forma
Los huesos se clasifican según su forma y características, cada tipo con funciones específicas en nuestro cuerpo:
Los huesos largos tienen mayor longitud que ancho. Están formados por un cuerpo central llamado diáfisis y dos extremos llamados epífisis, conectados por la metáfisis. En la diáfisis encontramos la médula ósea amarilla, mientras que en las epífisis está la médula ósea roja. Funcionan principalmente como palancas para el movimiento.
Los huesos cortos tienen dimensiones similares en todas direcciones, como los del carpo (muñeca) y tarso (tobillo). Su principal función es amortiguar impactos y permitir movimientos precisos en articulaciones complejas.
Los huesos neumáticos contienen cavidades llenas de aire, también conocidos como senos paranasales. Estos espacios hacen que los huesos pesen menos y ayudan a calentar y humedecer el aire que respiramos, además de crear remolinos que atrapan partículas en la mucosa.
💡 Los huesos no son estructuras inertes sino órganos vivos que constantemente se renuevan. Tu esqueleto se regenera completamente aproximadamente cada 10 años.