Huesos del Tórax
Tu tórax es como una armadura natural que protege tus órganos más importantes. Está formado por 37 huesos que trabajan en equipo para darte estructura y mantener todo en su lugar.
Las costillas son los protagonistas principales de esta estructura. Tienes 12 pares en total: 7 costillas verdaderas (que se conectan directamente al esternón), 3 costillas falsas (que se conectan indirectamente) y 2 costillas flotantes (que quedan libres). La costilla número 7 es la más grande, y a partir de ahí van disminuyendo de tamaño.
Cada costilla tiene tres partes importantes: la cabeza (que se conecta con las vértebras), el cuello y la tuberosidad. Las costillas se articulan con las carillas costales de las vértebras, excepto las flotantes que se conectan directamente con la columna vertebral.
Dato clave: Recuerda que los ligamentos conectan hueso con hueso, mientras que los tendones conectan músculo con hueso.
El esternón es ese hueso plano en el centro de tu pecho donde llegan las costillas. Tiene 7 escotaduras a cada lado para recibir las costillas, y termina en una parte llamada apófisis xifoides.
Las clavículas son esos dos huesos en forma de "S" que conectan el esternón con los omóplatos, dando estabilidad a tus hombros. Cada clavícula es única: los dos tercios de la clavícula derecha son cóncavos, y cada una es diferente a la otra.
Las escápulas (también llamadas omóplatos) son huesos triangulares en tu espalda que sirven como base para los músculos del hombro y brazo. Tienen tres ángulos: superior, inferior y acromial. La espina de la escápula divide la parte posterior en dos fosas: la supraespinosa (arriba) y la infraespinosa (abajo), mientras que la parte cóncava se llama fosa subescapular.