Formas del Discurso: Narrativa, Descriptiva y Argumentativa
Imagínate que tienes tres herramientas mágicas para comunicarte: una para contar historias, otra para pintar imágenes con palabras y una más para convencer a otros. Eso son exactamente las formas del discurso.
La forma narrativa es tu herramienta para contar historias. Aquí los verbos son los protagonistas porque necesitas mostrar acciones que se desarrollan en el tiempo. Los personajes cobran vida y el lector puede seguir una secuencia de eventos que mantiene su atención.
La forma descriptiva funciona como una cámara de alta definición. Usas adjetivos calificativos para crear imágenes mentales súper claras en quien te lee o escucha. Es perfecta cuando quieres que alguien "vea" exactamente lo que tú estás viendo, ya sea una persona, objeto, animal o situación.
💡 Tip clave: Piensa en la forma narrativa como Netflix (cuenta una historia), la descriptiva como Instagram (muestra una imagen) y la argumentativa como un debate (convence con razones).
La forma argumentativa es tu arma secreta para debates y ensayos. Aquí usas nexos (conectores como "por lo tanto", "además", "sin embargo") y menciones de fuentes para defender tu punto de vista. Su objetivo es activar la función apelativa del lenguaje para convencer a tu audiencia de que tienes la razón.