Garantías de la Legalidad: Reglas Claras del Juego
El principio de legalidad no es solo una idea bonita, tiene reglas muy específicas que te protegen. La ley cierta significa que las normas deben ser tan claras que cualquiera pueda entender qué está prohibido. Nada de textos confusos o ambiguos.
La ley estricta prohíbe que los jueces "interpreten creativamente" las normas para castigar casos que no están específicamente contemplados. Es como en el fútbol: si la regla no existe, no puedes inventarla durante el partido.
Por eso el derecho penal rechaza la costumbre como fuente de delitos. Solo las leyes formales (aprobadas por el Congreso) pueden definir qué es delito. También se prohíbe la analogía: no se puede decir "este caso se parece a otro, entonces también es delito".
La prohibición de retroactividad es clave: no puedes ser castigado por algo que no era delito cuando lo hiciste. Aunque hay una excepción: si una nueva ley te beneficia (reduce tu pena o elimina el delito), sí se puede aplicar hacia atrás.
💡 Dato clave: Algunos actos de investigación (como cateos o intervención de comunicaciones) requieren autorización previa de un juez para ser legales.