Circulación Mayor y Menor: Las Dos Autopistas de Tu Cuerpo
La circulación mayor (también llamada sistémica) es como el delivery más eficiente del mundo: lleva oxígeno y nutrientes a cada rincón de tu cuerpo. Su nombre viene de que es el circuito más grande y el que más distancia recorre.
Todo comienza en tu ventrículo izquierdo, que actúa como una bomba súper potente. La sangre oxigenada sale disparada a través de la válvula aórtica hacia la aorta, la "autopista principal" de tu cuerpo. De ahí se ramifica por arterias cada vez más pequeñas hasta llegar a los tejidos.
El viaje de regreso es igual de importante: la sangre ya "usada" (desoxigenada y llena de desechos) regresa por las venas. Estas se van juntando como afluentes de un río hasta formar las venas cavas superior e inferior, que desembocan en la aurícula derecha para completar el ciclo.
💡 Dato curioso: Tu sangre tarda solo 20 segundos en completar todo este recorrido por tu cuerpo.
La circulación menor o pulmonar es el "centro de lavado" de tu sangre. Su trabajo es llevar la sangre "sucia" a los pulmones para intercambiar el dióxido de carbono por oxígeno fresco.
Este circuito arranca en el ventrículo derecho, que bombea la sangre desoxigenada a través de la válvula pulmonar hacia la arteria pulmonar. Esta arteria se divide en dos ramas para llevar sangre a cada pulmón, donde ocurre la magia del intercambio gaseoso.