Estructura y funciones del sistema tegumentario
La piel está formada por tres capas principales que trabajan juntas para protegernos. La epidermis, la capa más externa, contiene varios estratos (córneo, lúcido, granuloso, espinoso y basal) que nos defienden contra patógenos y regulan la pérdida de agua. La dermis proporciona soporte estructural y aloja vasos sanguíneos y nervios, permitiéndonos sentir el tacto, la presión y el dolor. La hipodermis contiene tejido adiposo que funciona como aislante y amortiguador.
Las glándulas son componentes esenciales de este sistema. Las glándulas sudoríparas ecrinas regulan la temperatura corporal mediante la sudoración, mientras que las apocrinas producen un sudor más espeso. Las glándulas sebáceas secretan sebo para mantener la piel hidratada y protegida contra infecciones. El cabello y las uñas, además de su función estética, nos brindan protección y mejoran nuestra capacidad de agarre.
Entre las funciones principales del sistema tegumentario están la protección contra patógenos, la regulación de la temperatura corporal, la percepción de estímulos ambientales, la síntesis de vitamina D (¡fundamental para tener huesos sanos!), y el almacenamiento de agua, grasas y nutrientes.
💡 ¿Sabías que? Tu piel se renueva completamente cada 28-30 días. ¡Las células que tenías el mes pasado ya no son las mismas que tienes ahora!
Para mantener la salud de nuestro sistema tegumentario, es importante evitar condiciones como dermatitis, acné y psoriasis. Una buena higiene, protección solar adecuada y una alimentación equilibrada son claves para mantener la integridad y funcionalidad de nuestra piel. Recuerda que cuidar tu piel hoy significa prevenir problemas mañana.