El Ciclo del Agua: Un Viaje Infinito
Imagínate que cada gota de agua es un viajero que nunca se detiene. El ciclo hidrológico es exactamente eso: el movimiento constante del agua por toda la Tierra en sus tres estados (líquido, sólido y gaseoso).
Todo comienza con la evaporación, donde el sol actúa como un motor gigante que calienta océanos, ríos y lagos. Esta energía convierte el agua líquida en vapor invisible que sube hacia el cielo. Al mismo tiempo, las plantas hacen su parte através de la transpiración, liberando vapor por sus hojas como si fueran pequeñas fábricas de humedad.
Cuando este vapor llega alto en la atmósfera, se enfría y ocurre la condensación. Las gotas microscópicas se juntan para formar las nubes que vemos flotando arriba. Es como cuando tu aliento se vuelve visible en un día frío.
¡Dato curioso! Una sola nube puede contener millones de litros de agua suspendida en el aire.
Finalmente, cuando las gotas se vuelven demasiado pesadas, caen como precipitación (lluvia, nieve o granizo). Una vez en el suelo, el agua toma dos caminos: la infiltración (se filtra hacia aguas subterráneas) y la escorrentía (fluye por la superficie hacia ríos y océanos). ¡Y el ciclo comienza otra vez!