Del Neoclasicismo a las Vanguardias (Siglo XVIII - 1930)
El Neoclasicismo puso orden al caos barroco, priorizando la razón y la lógica. Voltaire y otros rechazaron el sentimiento por un lenguaje claro y estructuras perfectas. Todo debía ser moral, virtuoso y bien organizado.
Pero llegó el Romanticismo para rebelarse completamente. Goethe, Victor Hugo y Bécquer dijeron "no" a la razón y celebraron la emoción y la imaginación. La naturaleza, la musicalidad del lenguaje y la ambigüedad se volvieron protagonistas.
El Realismo buscó el equilibrio, enfocándose en la vida cotidiana con objetividad. Benito Pérez Galdós y Balzac describían detalladamente la realidad social, criticando la política y explorando la psicología humana sin romantizar.
Las Vanguardias rompieron todas las reglas. Joyce, Kafka y los experimentadores usaron lenguaje innovador, narrativas fragmentadas y exploraron la crisis de identidad del siglo XX. La tecnología y la ciencia comenzaron a influir en la literatura.
Conexión actual: Las técnicas vanguardistas de narrativa no lineal las ves hoy en películas como "Inception" o series complejas de Netflix.
Literatura Contemporánea (1945 - Actualidad)
El Neorrealismo de posguerra se enfocó en la realidad social y económica. Autores como Hemingway mostraban la vida cotidiana y la lucha de clases sin adornos, influenciados también por el cine realista italiano.
Las generaciones españolas del 98 y del 27 merecen mención especial. La del 98 (Unamuno, Machado) buscaba la identidad nacional tras la crisis, mientras la del 27 (Lorca, Alberti) innovaba en forma y contenido con gran creatividad.
La literatura contemporánea del siglo XXI es pura diversidad. Octavio Paz, Isabel Allende, Murakami y otros usan lenguajes híbridos, tecnología digital y narrativas fragmentadas. La globalización permite que convivan múltiples estilos y culturas.
Tu mundo: Los autores actuales experimentan con redes sociales, realidad virtual y nuevas formas de contar historias que tú mismo consumes diariamente.