Aspecto Económico: Dos Modelos Opuestos
La Constitución de 1824 apostó por la libertad económica total. Estableció el libre comercio entre regiones mexicanas y con otros países, creó una moneda nacional y protegió la propiedad privada. Sin embargo, su enfoque centralizado limitaba la iniciativa privada y se concentraba demasiado en la agricultura, descuidando la industrialización.
Por el contrario, la Constitución de 1836 centralizó completamente los ingresos del país en el gobierno nacional. Mantuvo la representación ciudadana pero la limitó con el voto censatario - solo podían votar quienes pagaran impuestos.
💡 Dato clave: Ambas constituciones enfrentaron serios problemas de endeudamiento, llegando al punto de tener que usar préstamos respaldados con minas de oro para mantener al país funcionando.
Lo más interesante es cómo el centralismo de 1836 cambió radicalmente la forma de manejar la política y economía nacional, concentrando todo el poder en una sola autoridad.