Las Tres Edades de la Pre-Historia
¿Te imaginas vivir sin casa fija y tener que cazar para sobrevivir? Eso era la vida en el Paleolítico, la etapa más larga de la pre-historia que abarca más del 90% de este período.
Durante esta época, los humanos eran nómadas que se dedicaban a la caza y la recolección de frutas, bayas y hongos. No tenían un hogar fijo porque tenían que seguir a los animales y buscar comida constantemente.
Lo genial es que ya eran bastante creativos: pulían y fabricaban herramientas usando huesos de animales. Estas herramientas primitivas les ayudaban a cazar mejor y procesar los alimentos.
Luego llegó el Neolítico, hace unos 8 mil años, cuando todo cambió. Los humanos se volvieron más inteligentes y comenzaron a sedentarizarse, es decir, a establecerse en un lugar fijo. Descubrieron la agricultura y ganadería, lo que significaba que ya no tenían que andar persiguiendo animales para comer.
Como la tierra era muy seca, decidieron instalarse cerca de los ríos para tener agua fácil y poder regar sus cultivos. ¡Imagínate qué alivio debió ser tener comida garantizada!
Finalmente llegó la Edad de los Metales, cuando los humanos aprendieron a fabricar herramientas con piedras y después con metales. Crearon lanzas, dagas y cuchillos mucho más efectivos que las herramientas de hueso.
El invento más revolucionario fue la rueda, que cambió todo para el transporte de materiales como semillas. Para hacer estas herramientas de metal, tenían que fundirlas a temperaturas súper altas, lo que muestra lo avanzados que ya eran.
¡Dato curioso! La invención de la rueda no solo sirvió para transportar cosas, sino que también marcó el inicio de tecnologías más complejas que usamos hasta hoy.