El Camino hacia la Independencia Mexicana (1808-1821)
¿Te imaginas vivir en una época donde tu país estaba controlado por una potencia extranjera? Eso era exactamente lo que pasaba en México antes de 1821. La invasión napoleónica a España en 1808 creó un vacío de poder que cambió todo para siempre.
Los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) empezaron a cuestionar por qué tenían que obedecer a autoridades que ya no tenían legitimidad. Las ideas de libertad e igualdad que circulaban por Europa llegaron a Nueva España y prendieron como fuego en territorio seco.
El movimiento independentista se desarrolló en cuatro etapas principales: inicio (1810-1811), organización (1811-1815), resistencia (1815-1820) y consumación (1821). Cada fase tuvo sus propios héroes, desafíos y logros que finalmente llevaron a la libertad.
¡Dato curioso! El proceso completo tomó 11 años, casi el tiempo que llevas estudiando desde primaria hasta preparatoria.
La etapa inicial comenzó con Miguel Hidalgo y su famoso Grito de Dolores, usando el estandarte de la Virgen de Guadalupe como símbolo. Aunque esta primera revuelta fue desorganizada y terminó con el fusilamiento de Hidalgo, encendió la chispa que ya no se apagaría.
Durante la organización, líderes como Ignacio López Rayón y José María Morelos le dieron estructura al movimiento. No solo pelearon batallas, sino que crearon un verdadero gobierno insurgente con leyes y constitución. La resistencia continuó con figuras como Vicente Guerrero y el español Francisco Javier Mina, hasta que finalmente se logró la consumación con el Plan de Iguala y sus tres garantías: religión, independencia y unión.