El Maderismo y el Inicio de la Revolución Mexicana
Imagínate vivir en un país donde el mismo presidente ha gobernado durante décadas sin elecciones reales. Eso era México a finales del siglo XIX con Porfirio Díaz en el poder.
En 1908, Díaz le dijo al periodista estadounidense James Creelman que México ya estaba listo para la democracia y que no competiría en las siguientes elecciones. Pero era pura mentira - Díaz no tenía ninguna intención de dejar el poder.
Francisco I. Madero no se quedó callado ante esta situación. Publicó el libro "La sucesión presidencial en 1910" donde propuso crear un partido político que se opusiera a la reelección de Díaz. Madero viajó por todo México compartiendo sus ideas: convertir al país en una verdadera democracia donde todos los grupos sociales pudieran vivir en armonía.
¡Dato curioso! Madero obtuvo tanto apoyo durante su campaña que Díaz se preocupó y decidió encarcelarlo con el pretexto de que estaba "sublevando a la población".
Las elecciones de 1910 fueron un fraude total. Mientras Madero estaba en prisión, se impidió el voto libre y, obviamente, ganó Díaz. Pero Madero logró escapar y lanzó el Plan de San Luis, convocando al pueblo mexicano a levantarse en armas contra el gobierno.
Su llamado funcionó increíblemente bien. En Chihuahua se unieron Francisco Villa y Pascual Orozco; en Puebla, los hermanos Serdán; y en Morelos, Emiliano Zapata. Para mayo de 1911, los levantamientos se habían extendido tanto que Díaz tuvo que renunciar y huir del país.
Finalmente llegaron las elecciones libres y Madero ganó, gobernando junto con el vicepresidente José María Pino Suárez. Sin embargo, gobernar democráticamente resultó más difícil de lo esperado. Sus seguidores querían cambios inmediatos y, al no obtenerlos, algunos como Zapata se rebelaron nuevamente.
La presidencia de Madero terminó trágicamente en febrero de 1913 durante la Decena Trágica. Un grupo de militares, apoyados por el embajador estadounidense, se rebeló contra el gobierno. Los combates duraron diez días y dejaron muchos muertos. Madero y Pino Suárez fueron asesinados por el general Victoriano Huerta, quien se apoderó de la presidencia.