La Crisis del Imperio Romano de Occidente
¿Sabías que uno de los imperios más grandes de la historia colapsó por problemas que aún vemos hoy? El Imperio Romano de Occidente entró en crisis durante el siglo III, cuando múltiples problemas golpearon al mismo tiempo.
Los emperadores débiles ya no podían mantener el control efectivo del territorio. El desgobierno se extendió por todas las provincias, mientras que la recaudación de impuestos se volvió cada vez más difícil. Era como tratar de mantener una casa gigante sin dinero para repararla.
La presión de los pueblos bárbaros sobre las fronteras fue el golpe final. Estos grupos, que los romanos llamaban "bárbaros", empujaban constantemente los límites del imperio. El momento decisivo llegó el 1 de septiembre de 476, cuando Odoacro, rey de los hérulos, derrocó al último emperador romano, Rómulo Augústulo.
💡 Dato curioso: Mientras el Imperio Romano de Occidente caía en 476, el Imperio Romano de Oriente (Bizantino) siguió existiendo casi 1000 años más, hasta 1453.
Varios factores aceleraron esta caída: las guerras civiles constantes, el aumento del uso de mercenarios en lugar de soldados romanos leales, y la pérdida de control sobre los ingresos del imperio. También hubo intentos fallidos de unificar las iglesias, lo que debilitó aún más la cohesión social del imperio.