Metaloides: Los elementos híbridos
Los metaloides son como los "todoterreno" de los elementos químicos. Aunque parecen metales brillantes, no son maleables ni dúctiles como el oro o la plata que puedes moldear.
Su superpoder está en su conductividad intermedia: conducen electricidad mejor que los no metales, pero no tan bien como los metales. Esta característica especial hace que elementos como el silicio y el germanio sean perfectos para crear semiconductores.
Lo más genial de los metaloides es que pueden formar compuestos únicos al reaccionar tanto con metales como con no metales. Sin embargo, ten cuidado: algunos como el arsénico son súper tóxicos, aunque también se usan en medicina.
¡Dato curioso! Sin los metaloides, especialmente el silicio, no existirían las computadoras, smartphones ni paneles solares. ¡La tecnología moderna depende de estos elementos híbridos!
Metales: Los brillantes y resistentes
Los metales son fáciles de reconocer por su brillo metálico característico cuando están pulidos. Piensa en una cuchara de acero inoxidable o un anillo de oro: esa superficie brillante es típica de los metales.
Tienen alta densidad, lo que significa que son pesados para su tamaño. Además, necesitan temperaturas súper altas para derretirse o evaporarse debido a sus puntos de fusión y ebullición elevados.
Una de sus mejores características es la buena conductividad térmica: por eso las ollas de metal calientan tan bien la comida. Los metales también forman aleaciones útiles cuando se combinan, como el bronce cobre+estan~o que usaban los antiguos para hacer herramientas.