Los Primeros Derechos Fundamentales
¿Sabías que desde el momento en que naces ya tienes derechos que nadie te puede quitar? El Artículo 1 establece que todas las personas nacemos libres y con los mismos derechos, sin excepción.
La diversidad es una fortaleza, no un problema. El Artículo 2 nos recuerda que no importa si eres de diferente raza, hablas otro idioma o tienes más o menos dinero que otros. Estas diferencias nunca deben ser motivo de discriminación.
Tu libertad y seguridad están protegidas por el Artículo 3. Esto significa que tienes derecho a vivir sin miedo y a tomar tus propias decisiones. Además, los Artículos 4 y 5 prohíben la esclavitud, la tortura y cualquier maltrato hacia las personas.
¡Dato clave! Estos derechos no se pueden comprar, vender o quitar. Son tuyos para toda la vida.
Protección Legal y Justicia
Las leyes existen para protegerte a ti y a todos por igual. El Artículo 7 garantiza que la ley debe ayudar y proteger de la misma forma a todas las personas, sin favoritismos.
La justicia debe ser imparcial y justa. Los Artículos 8, 9 y 10 protegen tus derechos legales: nadie puede encarcelarte sin motivo, tienes derecho a un juicio justo y los jueces deben tratarte de forma equitativa.
El Artículo 11 establece un principio fundamental: para declarar culpable a una persona, el juez debe tener pruebas reales. Las leyes son las mismas para todos, desde el presidente hasta cualquier ciudadano común.
¡Recuerda! En un sistema justo, eres inocente hasta que se demuestre lo contrario con evidencia real.