Adaptaciones Celulares y Lesión
Las células son como pequeños guerreros que constantemente enfrentan amenazas del ambiente. Cuando esto sucede, pueden adaptarse cambiando su tamaño, número o función para sobrevivir.
Existen dos tipos principales de adaptaciones: las fisiológicas (respuestas normales a hormonas) y las patológicas (respuestas al estrés para evitar lesión). La hipertrofia aumenta el tamaño de las células, mientras que la hiperplasia aumenta su número. Por el contrario, la atrofia reduce tanto el tamaño como el número celular.
La metaplasia es más drástica: reemplaza un tejido normal por otro completamente diferente. Cuando las células no pueden adaptarse más, sufren lesión celular que puede ser reversible (si eliminas el agente dañino) or irreversible (llevando a la muerte celular).
💡 Dato clave: Las adaptaciones celulares son como mecanismos de defensa - la célula prefiere cambiar antes que morir.
Mecanismos de Daño Celular
Tu cuerpo enfrenta múltiples amenazas diariamente: hipoxia (falta de oxígeno), sustancias químicas, agentes infecciosos, alteraciones genéticas e incluso el envejecimiento natural. Estos factores pueden causar tres tipos principales de daño.
La depleción de ATP es crítica porque las bombas iónicas fallan, entra sodio y agua causando edema celular, y se activa la glucólisis anaerobia produciendo acidosis. El aflujo de calcio activa enzimas destructivas como fosfolipasas y proteasas que literalmente digieren la célula desde adentro.
El daño mitocondrial es especialmente peligroso porque reduce la producción de ATP y aumenta las especies reactivas de oxígeno. Las mitocondrias también pueden liberar citocromo c, activando vías que llevan a la muerte programada.
💡 Recuerda: El ATP es la "moneda energética" - sin él, las células no pueden mantener sus funciones vitales.
Estrés Oxidativo y Muerte Celular
El estrés oxidativo es como "óxido celular" causado por radicales libres. Estos se producen normalmente en las mitocondrias, pero también por radiación, inflamación y ciertos metales como hierro y cobre.
Las consecuencias son devastadoras: peroxidación lipídica que daña membranas, oxidación de proteínas que las vuelve inútiles, y lesión del ADN que puede causar mutaciones. Si el daño al ADN no se repara, existe riesgo de transformación neoplásica (cáncer).
Cuando la célula no puede recuperarse, muere por necrosis (muerte accidental con inflamación) o apoptosis (muerte programada sin inflamación). La necrosis tiene varios tipos: coagulativa en infartos, licuefactiva en el cerebro, y caseosa en tuberculosis.
💡 Importante: La apoptosis es "suicidio celular controlado" - la célula se sacrifica para proteger al organismo.