Protuberancia y Mesencéfalo
La protuberancia tiene funciones sensitivas increíbles: audición, equilibrio, gusto y sensaciones faciales (tacto y dolor). Sus funciones motoras controlan movimiento de ojos, expresiones faciales, masticación, deglución, micción y secreción de saliva y lágrimas.
La hiperestimulación del nervio trigémino puede causar fotosensibilidad, poco control de mandíbula y salivación excesiva. Es importante conocer estos síntomas.
El mesencéfalo da origen a los primeros cuatro nervios: Olfativo (I), Óptico (II), Oculomotor (III) y Patético (IV). Es el segmento del tallo encefálico que une el romboencéfalo y prosencéfalo.
Estructuras importantes incluyen el tectum (techo), la formación reticular, el acueducto mesencefálico y núcleos motores de movimientos oculares (pares craneales III y IV).
Punto clave: Los tubérculos cuadrigéminos marcan la separación entre el encéfalo y el mesencéfalo, una referencia anatómica fundamental.
El tallo encefálico completo representa la separación funcional entre diferentes regiones del encéfalo, coordinando todas estas funciones vitales.